Este es uno de esos inventos que son a la vez revolucionarios pero tan lógicos que uno se pregunta cómo no lo hicieron antes (la respuesta, al final).
El Fly Pentop es básicamente una computadora contenida dentro de un bolígrafo. Orientada principalmente hacia los niños (quizás los únicos que puedan entender el concepto), el Fly es activado dibujando funciones en un papel… …ya va… ¿uh?
Así mismo. Si por ejemplo queremos hacer alguna operación matemática, llamamos a la función C (hacemos una c dentro de un círculo), dibujamos una calculadora, con sus botones y luego los presionamos con el bolígrafo para realizar las operaciones (ciencia ficción ¿no?). Si por ejemplo quiero llevar una agenda o tener recordatorios, escribimos la fecha y la hora y escribimos lo que queremos que nos sea recordado. Esto se traduce a voz y a la hora especificada, suena el recordatorio (si, en voz).
Esta idea, que si no recuerdo mal tiene como 10 años, finalmente encontró su nicho y ganó el año pasado varios premios. Por supuesto, hay una pequeña trampa: requiere un papel especial, microcuadriculado, que sirve de guía. Pero no me extraña que pronto pueda usarse con papel normal. Después de todo los primeros mouses ópticos funcionaban de la misma manera.
Haciendo conexiones parabólicas, estaba leyendo el otro día en Wired un comentario de David Pogue, sobre el hecho innegable de que gracias a una confusa campaña de mercadeo y la aparición de núcleos dobles, triples y cuádruples, ya nadie le hacía mucho caso a la velocidad de los procesadores. Sin embargo, agrega Pogue, en el fondo la velocidad de los procesadores no pasa desapercibida, pues es lo que impulsa la creación de nuevas aplicaciones. Sin duda, el Fly Pentop, con la capacidad de un computador de hace diez años, es un ejemplo.