Tenía tiempo sin leer una pieza de odio antisemita en la prensa (si es que El Diario de Caracas puede ser considerado prensa). A este texto seguramente le sigue uno contra las mujeres, uno contra los musulmanes, uno contra los caucásicos, negros, asiáticos, hindúes, uno contra los traidores a la patria que apoyan o rechazan al Gran Lider y uno contra los gays, lesbianas, homofóbicos y gente que oye reggaeton.
Parece que ahora es cool ir en contra del discurso de la civilización occidental y regresar a ciertos barbarismos del neolítico. Además de absurdamente fuera de lugar, poco elegante y redactado con la chapucería que inspira la rabia, este, justo este, es el tipo de cosas que destruyen (más) a los países.