El pasado lunes, antes de que se hiciera pública la orden de detención dictada por la Audiencia Nacional, Cubillas seguía en su despacho del Inte en Caracas. Un miembro de la Guardia Nacional acompañó al periodista hasta la Oficina de Atención al Campesino y un agente de seguridad confirmó su presencia. «El señor Cubillas está en camino y le recibirá ahora mismo, por favor escriba aquí sus datos». Al comprobar que el visitante era periodista, Cubillas dejó de existir para el Inte. «Hermano, el jefe de seguridad es otra persona. No conocemos al señor Cubillas», comunicó al visitante otro agente diferente.