La última vez que llené un álbum de barajitas, lo hice por amor. No al deporte, ni al adhesivo, ni a Panini. Obviamente, por amor a una mujer que llenaba álbumes. Muchas lo hacen, lo sé, pero créanme: esta era la original.
De eso hace ya algunos partidos. Un par de televisores. Acorde con los tiempos, tengo ahora un hobby más inmediato, urgente: recopilo aplicaciones del mundial para el iPhone. No nos engañemos, es un hobby más barato, y portátil.
Ahora que lo menciono, la tecnología que contiene cualquier teléfono de la generación pasada, no era ni un destello en el horizonte la última vez que escribí sobre un mundial. Tampoco lo era este teclado, ni la pantalla, ni el ratón. Apenas lo publique, este artículo será distribuido automáticamente en redes sociales que no existían en 2006, y las jugadas que me pierda –si es que me pierdo alguna– podré verlas minutos después en YouTube, justo después de que cientos de amigos (y decenas de futbolistas que estarán twitteando en Sudáfrica) la comenten en tiempo real. ¿Recuerdan como hace mil años, uno debía esperar por las noticias, el resumen, o la repetición?
¿Las aplicaciones? Me quedo con estas:
Para jugar el mundial, EA FIFA World Cup 2010
Para seguir el mundial, ESPN FIFA World Cup
(Pronto le contaremos a los hijos como uno llevaba un calendario, colocaba los resultados, y construía la grilla de clasificación a mano)