El pana Vicente Ulive acaba de publicar su tercera novela, Historias de un arrabal parisino, con Ediciones IDEA, de Las Canarias.
Hace suficiente tiempo como para haberlo olvidado, me topé con su primer capítulo en El Nuevo Cojo Ilustrado. El protagonista/narrador de HduAP marcó una huella indeleble al confirmar lo que en el fondo siempre supe:
(…) si usted estudió en la Alianza Francesa, donde le enseñan a decir “Disculpe caballero, yo quisiera procurarme una baguette para la cena por favor si no es demasiada molestia” y usted llega a un barrio donde el primer día se te atraviesa un tipo sin dientes y te entrompa diciendo “Qué ‘asó, piazo ‘e basura, dame fuego ahí” (“Weich mec, file-moi d’euf”), las probabilidades de que no le entiendas absolutamente nada son bastante altas. Entonces, como la probabilidad de que te roben es inversamente proporcional a la probabilidad de que le entiendas al tipo (mientras menos entiendas más te van a robar), digamos que vas soberanamente mal, para decirlo con acento de barrio.
El tipo es un romántico.