Original del cancionero de Rodgers y Hart e inmortalizado por Chet Baker en un disco homónimo y esencial, My Funny Valentine es uno de mis estándares favoritos.
En ese disco, Chet, más músico que crooner, camina errático entre el llanto y la fractura. Se sale con la suya con una interpretación casi completamente plana y crea un hito del jazz vocal.
(Años después, Matt Damon calca el estilo y se come una película)
Quizás para no quedar en evidencia, Chet comienza por el segundo verso. La primera parte se puede escuchar en el disco del cancionero de Rodgers y Hart cantado por Ella Fitzgerald y es una maravilla. Al estilo del intro de Mr. Paganini, Ella inmortaliza en su estilo estas primeras líneas:
Behold the way our fine feathered friend,
His virtue doth parade
Thou knowest not, my dim-witted friend
The picture thou hast made
Thy vacant brow, and thy tousled hair
Conceal thy good intent
Thou noble upright truthful sincere,
And slightly dopey gent
Tal como esa favorita de Cole Porter, It’s all right with me, My Funny Valentine logra la dificilísima maniobra de declarar un amor haciendo salvedades:
Your looks are laughable,
un-photographable,
Yet, you’re my favorite work of art.Is your figure less than Greek?
Is your mouth a little weak?
When you open it to speak,
are you smart?But, don’t change a hair for me.
Not if you care for me.
Stay little valentine, stay!
Each day is Valentine’s Day
(Genial, pura ambivalencia emocional. Más crudamente: ‘No es perfecta, más se acerca a lo que yo simplemente soñé’ )