Si tienes un mediano interés por las técnicas para hablar en público, Lessig es un espectáculo que hay que ver. Su estilo va en contra de lo que todos recomiendan en cuanto a número de láminas, pues usa decenas, cientos de ellas. Muchas con una duración de apenas un segundo.
Sólo alguien en completo dominio del tema –y de sus láminas– puede convertir 250 láminas en una breve presentación arrebatadora.
Mientras lo veía, recordé este artículo de Garr Reynolds, en el que analiza el estilo de Lessig, y de Masayoshi Takahashi, su principal influencia.
El número no importa. Preocuparse por el número de láminas muestra que tu cabeza está en el lugar equivocado. Porque… es la pregunta equivocada.
Si no quieres leer ese artículo, al menos mira esta presentación de Lessig, para que veas de qué va su método.