El otro día escribí un texto largo ¿muy largo? acerca de cómo todo estaba avanzando más rápido de lo que podemos entender.
Creo que un ejemplo elocuente de nuestro avance es cómo entre 2007 y 2009, dejamos de bloguear y comenzamos a twittear y postear en tumblr.
Los creadores de tumblr casaron las ideas del microblogging y los image boards, para ofrecer una manera muy sencilla de compartir texto e imágenes. Crearon la plataforma ideal para difundir memes y en un punto de 2009, miles de personas entendieron casi al mismo tiempo que compartir imágenes es también una forma de expresión. Fue así como nació el primer medio de comunicación masivo orientado a la generación Z.
Siguiendo el proverbial «una imagen vale más que mil palabras», diariamente millones de personas de un amplio rango etario remezclan y comparten fotos personales, image macros hechos con meme generator, y gifs animados que capturan un instante versátil de una película famosa.
El caso de los image macros y los gifs animados, son los que me llaman más la atención. Nosotros, los más viejos, podríamos interpretarlo como una pérdida de tiempo, o vehículos de humor vacuo. Pero la realidad es que a) pueden alterar un estado de conciencia, b) apoyarse en referentes culturales para transmitir ideas complejas, e inclusive c) pueden convertirse en una reflexión sobre la sociedad, o la cultura de internet. d) Requieren un trabajo artesanal. e) Su origen y uso no es muy distinto al de los samples en la música electrónica.
En otras palabras, pueden ser –cuidado– arte.
Servicios como el mencionado meme generator, o canv.as, han acelerado y difundido estas prácticas hasta el punto en el que millones de «obras» son creadas, consumidas y remezcladas diariamente, en lo que probablemente sea el primer movimiento artístico global en la historia de la humanidad. El timeline de Canv.as, por ejemplo, me parece arrollador, banal y gracioso, en proporciones iguales. ¿Eso no es arte?
Por si te quedan dudas, échale un vistazo a los cinemagraphs de Jamie Beck y Kevin Burg. Fotografías cuidadosamente animadas y –por supuesto– colgadas en tumblr.
Los cinemagraphs resumen mi fascinación por los gifs animados: al estar desprovistos de la avalancha sensorial que causa el sonido y, a fuerza de repetición infinita, nos permiten detallar esos elementos que se nos escapan en un vídeo convencional.
Lo mas emocionante es que no sabemos a dónde conduce todo esto. Lawrence Lessig se dio cuenta hace años hacia dónde íbamos y aventuró algunas teorías en su libro Remix. Here comes everybody y Everything is a remix, son otros trabajos que intentan predecir/explicar lo que está sucediendo. Pero como dijo Bill Joy, todo va tan rápido que no nos detenemos a contemplar las consecuencias ¿el arte? de nuestros avances.