Cuando era pequeño, mi padre me llevaba a ver películas de Bond. Íbamos los dos solos y eran las únicas películas a la que íbamos solos. Nuestro ritual de cine. También, era el único tipo de películas de «adultos» a las que me llevaba. Era obvio para ambos que yo no debía ver algunas escenas subidas de tono, pero presiento que se hacía la vista gorda porque bajo las capas de misoginia, algunas de las películas de Bond contienen algún elemento que mi papá quería compartir conmigo y no sabía cómo verbalizarlo. Muy probablemente mi fascinación por el Full Windsor y por Sean Connery, el eterno mentor, vengan de ahí.
Anoche vi Moonraker por segunda vez en mi vida, treintaytantos años después. Fue en cierta forma recordar mi niñez y descubrir, no sin sorpresa, que:
1. Es bien sabido que las películas de Bond no toleran el paso del tiempo. Tienden a cruzar el terreno del humor involuntario y revolcarse en él. Pero las de Roger Moore son las menos resistentes, en parte porque hace treinta años ya eran cuasi comedias de acción.
Y vamos a estar claros, esta película es absurda ¿Bond en el espacio? No me jodas.
2. Mi gusto por Roger Moore como Bond se ha ido deteriorando aceleradamente con el paso de los años. Si lo comparas lado a lado, es una versión chabacana de Sean Connery.
3. ¿Será esta la primera película que incluye una secuencia en la que el protagonista se lanza sin paracaídas de un avión y luego lucha por robarle el paracaídas a otro, a la Point Break?
4. La primera chica Bond que aparece es Corinne Cléry, la protagonista de La Historia de O. Por un momento pensé que era una joven Lena Olin, otro amor platónico, pero no –y en cierta forma Corinne Cléry es siete veces más mítica.
4.1. La Historia de O fue la primera película realmente de adultos que vi en mi vida, esa vez escondido de mis padres.
4.1.1. Eso último es muy jodido. Hay cosas que van a salir irreversiblemente mal si tu primera película erótica fue La Historia de O.
5. El personaje de Corinne Cléry es perseguido por unos dobermans en un bosque. La secuencia es singularmente hermosa, una pausa artística en una aventura/cuasi-comedia de acción.
6. La interpretación de Michael Lionsdale como Hugo Drax es digna de ingresar a los anales de villanos del cine: deliberada, impecable.
7. Además, tiene la oportunidad de decir una de las mejores líneas de toda la saga:
James Bond. You appear with the tedious inevitability of an unloved season.
8. No es posible hacer un Bond así en estos tiempos. No después del Bond de Timothy Dalton, las películas de Bourne, Casino Royale y The Dark Knight. La acción va muy en serio en estos días. Sin embargo, con todo lo que serias que pretenden ser, las peleas de ahora se fabrican en el cuarto de edición y valen dos céntimos, mientras que en Moonraker ocurrieron en incómodas tomas abiertas que exigieron más de los actores.
9. Jaws, el esbirro más emblemático de toda la serie, ocupaba un mejor lugar en mi memoria.
10. Hay una secuencia a tres cuartos de la película que involucra una persecución en lancha y el posterior descubrimiento de la base secreta de Hugo Drax en la selva amazónica. En esos 10 minutos, Roger Moore no dice ni una palabra. Con todo y que estamos viendo una cuasi comedia de acción, está claro que Bond es un arma silenciosa. Tanto así que cuando habla de nuevo, nos sorprende. ¿Cuándo fue la última vez que viste una película de acción en la que el protagonista pasa 10 minutos sin hablar, gritar, o gemir?