Carina Chocano escribe en el New York Times un lúcido artículo en el que explora la mecánica de nuestra adicción a tumblr y Pinterest. Comenta un poco sobre Sehnsucht, esa fatal e intraducible adicción al anhelo que es el motor principal de Pinterest y su pared de objetos deseados.
El repentino y espectacular surgimiento de Pinterest ha sido recibido con cierto escepticismo, y frecuentemente es discutido con esa forma despectiva reservada para cosas que tienen la temeridad de parecer simultáneamente frívolas y femeninas. No es de extrañarse que una parte de este odio esté internalizado. Alguien en Pinterest posteó una lámina que leía: «Pinterest: donde las mujeres van a planificar bodas imaginarias, vestir niños que no existen y decorar casas que no pueden pagar». Pero enfocarse en el aspecto «aspiracional» es equivocarse. La gente no postea cosas porque quisieran tenerlas, sino porque piensan que son esas cosas, y ansían ser entendidas, que es diferente.
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[el co-fundador de Pinterest] Silbermann sugiere que coleccionar en línea es una forma de expresión para personas que no son creadores. «Si caminas por Brooklyn y le preguntas a la gente cómo se expresan» dijo en una charla en la Universidad de Nueva York, «todo el mundo es músico, o artista, o cineasta». Pero la mayoría de nosotros no somos tan interesantes. La mayoría somos sólo consumidores. Cuando coleccionamos cosas y cuando compartimos esas colecciones con la gente, es así como mostramos quiénes somos en el mundo.»
¿Viste ese giro? Interesante: las cosas que compartimos –’curamos’– no son necesariamente objetos de deseo, sino que el acto de compartirlas nos define. Compartir imágenes es una forma de expresión, comenté en el artículo pasado.
Desde hace algunos años, pero sobre todo desde la masificación de tumblr, se ha desatado el debate la guerra santa sobre lo que significa ‘curar contenidos’. El artículo más divertido es este, lleno de buenos puntos sobre la diferencia entre un curador ‘de verdad’ y un usuario de Pinterest. Pero como asoma Carina, quizás Pinterest cumpla otra función. La gente que no escribe un blog recurre a tumblr y Pinterest para crear su persona online. Algunos se consideran curadores o, para usar la palabra antigua, coolhunters. Es una movida brillante que tumblr prácticamente exija que no escribas, que la acción más facil no sea comentar, sino republicar.
A finales de 2012 tumblr se convirtió en un término más buscado que blog, acabando con un reinado de años. Este blogapocalipsis señala el comienzo de una nueva era. Tumblr es sin duda una de las aplicaciones más interesantes jamás hechas (sobre todo después de esa mágica actualización de Enero de 2013). Gracias a Tumblr, la web se convierte paulatinamente en un medio gráfico en el que, en lugar de ideas, transmitimos emociones en torno a Audrey Hepburn Sean Connery o Bowie, un gif animado o un lolcat. Las nuevas generaciones prefieren desenvolverse dentro de las redes sociales en las que cada acción aporta una unidad de información sobre quién eres, aunque solo digas «I DIE«. En cambio, si dejas un comentario extramuros, nadie se entera, nadie lee, nadie aprende algo sobre ti. No es rentable para tu ego.
Este año el blog como medio comienza a morir.