Jamie Livingston, un fotógrafo y cineasta neoyorquino, comenzó un diario de polaroids en 1979.
En 2007, dos de sus amigos hicieron una curaduría de sus 6,697 fotografías y subieron esta impresionante colección a la web.
El sitio web es una mirada a la vida de una persona normal. Sus amores, intereses, éxitos, decepciones. Asombra la constancia con la que Livingston tomó sus fotografías y se me antoja que esto es una suerte de instagram 1.0. Pero lo que hace verdaderamente fascinante a este proyecto, es el final: luego de 18 años tomando fotos, algo malo sucede.
Livingston tiene cáncer.
Parece que se recupera.
Se casa.
Y tres semanas después, muere.
Terrible. Lo que más me parte el corazón es que si vas hasta apenas un año antes, miras la instantáneas de alguien que no tiene ni idea de que no llegará a las próximas navidades. Esa persona podríamos ser cualquiera de nosotros y deberíamos actuar en consecuencia: vivir conscientes de lo que hacemos, apreciar cada comida, crear belleza, ser buenos, honestos, joder al otro lo menos posible, vivir en armonía con tu estética, perdonar, perdonarte, agradecer y amar. Por sobre todas las cosas, amar.
Puedes ver todas las fotografías aquí.
Me enteré de este proyecto gracias al excelente libro de Chris Higgins, The Blogger Abides: A Practical Guide to Writing Well and Not Starving.