Claro, algunos de los sitios viejos no eran «geniales». Pero eran divertidos, y poco convencionales, e interesantes. Solíamos decir «navegando» la web, y en realidad era una buena manera de describirlo. La actividad tenía algo de aventura –la diversión y emoción de explorar lo desconocido.
Anda a un perfil de Facebook y sopesa lo que tenemos ahora. En lugar de aventuras en las profundidades de la web, pasamos ahora la mayoría del tiempo en redes sociales: comunidades suburbanas cerradas y aburridas, en las que el «perfil» de todo el mundo se ve igual y presenta exactamente el mismo contenido, con la misma disposición. Raramente creamos cosas en estas redes. En su lugar, consumimos y reportamos nuestro consumo. La uniformidad e insipidez parecen algo salido de un corredor de un bloque residencial soviético. Y ahora, para añadir a esa analogía, nos enteramos de que nuestro gobierno está espiándonos mientras lo hacemos, en formas en las que la Stasi sólo podría soñar. La web que tenemos hoy es una triste, patética cortina de hierro orientada al consumo y necesitamos cambiar eso.
Kyle Drake es responsable de Neocities, una versión actualizada de los principios de la vieja Geocities, en la que cualquier persona podía crear un sitio web y trastear con la plantilla hasta lograr algo que medio funcione, pero es una genuina expresión de su personalidad (con todo lo malo y lo bueno que eso significa).
Tumblr suple mucho de lo que Geocities dejó: permite crear un sitio web en el que puedes compartir cosas anónimamente. Pero era claro que hacía falta algo más. ¿Quién puede ofrecer total libertad en el diseño de la plantilla? ¿Qué tan flexible puede ser Tumblr para publicar tus poemas, para crear una narrativa de tu vida? ¿Cómo se hace una publicación como panfletonegro en Tumblr, por ejemplo?
Por cierto, si tuviste algún sitio en Geocities, probablemente exista todavía en Reocities, oocities, o quizás puedas bajarte todas las páginas de Geocities con este torrent.
También: Anil Dash, la web que perdimos
- Hace una década, Technorati te dejaba buscar la mayoría de la web social en tiempo real (aunque la búsqueda era terriblemente lenta), con etiquetas que funcionaban como los hashtags funcionan en Twitter hoy. Podías encontrar sitios que habían vinculado a tu contenido con una simple búsqueda, y descubrir quién estaba hablando de un tema sin importar cuáles herramientas o plataformas estaban usando para publicar sus pensamientos.
(…)
- Hace diez años, podías permitir a la gente poner vínculos a tu sitio, o mostrar una lista de vínculos que estaban enrutando el tráfico a tu sitio. Porque Google todavía no había masificado AdWords ni AdSense, los vínculos no se usaban para generar ingresos, eran una herramienta para expresarse y editorializar. La web era un lugar interesante y diferente antes de que los vínculos fueran monetizados, pero ya en 2007 era claro que Google había cambiado la web para siempre y para peor, corrompiendo los links.
El resto de la web que perdimos es igual de fascinante en su inventario de lo que teníamos y no tendremos más nunca. En algún momento la web se huzleyzó y todos aceptamos el cambio, felices por tener ahora una manera de compartir nuestras fotos.