Patrick Rhone:
La posesión de cualquier cosa es un compromiso con esa cosa y tiene un costo –un costo personal directo– que va más allá del costo de la cosa.
Sigue leyendo «We don’t buy things»
El resto del breve post es pura sabiduría. Las cosas son esclavitud comprada, incluso cuando son gratis.
Siempre me ha fascinado la historia de los hermanos Collyer, muertos dentro de su propio laberinto de cosas. Una de las fábulas más elocuentes del consumismo.
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