Buscábamos Todo Superadas, de Maitena, en la sección ‘infantil’ de El Ateneo, cuando el número 30 me llamó la atención.
Llegar a los 30, de Ezequiel García es una corta novela gráfica que relata el pequeño drama que vive un romántico, cualquier romántico, que llega a los 30 sin pareja.
Lo bueno:
1)Que la editorial Emecé publique novelas gráficas,
2)El cinematográfico uso de letras de canciones para crear atmósferas y meta-historias a lo largo del cuento. Es efectivo, es genial.
3)En algunas páginas clave, García deja que algunos amigos ilustren por él. Esa humildad y camaradería le dan un toque especial a la historia.
Lástima que García recurra a veces a una literatura más formal, al texto puro. Esto rompe la estructura de la novela gráfica. Quizás pretendía asomar algún tipo de innovación, pero termina pasando por flojera del autor para convertir sus ideas al idioma del cómic.
Dibujada casi enteramente a lápiz, Llegar a los 30 es a veces incisiva y otras un tanto amateur, como un relato autobiográfico sin filtro. Una deliberada premura -o la flojera del autor- hacen de esta una historia urgente que se queda corta. Le falta algo de cierre, quizás como -lamentablemente- a la vida misma.