El otro día, luego de que publiqué este post de Muerte a Word, Héctor, Jorge Gómez Jiménez y Mirco tuvimos una conversación interesante sobre las posibles alternativas ¿o la ausencia de alternativas? a Microsoft Word.
Como buen editor/programador, pienso que el contenido debe estar separado de la apariencia y que el formato es lo ultimo que debe ocurrirle al texto.
La web también nos ha acercado también a esa idea. Casi la totalidad de los documentos que se publican en línea son guardados como texto libre. La mayoría de la gente que escribe en internet no usa procesadores de palabras dedicados, usan Tumblr, twitter y Facebook. Los escritores profesionales usan WordPress u otro CMS. La tendencia es irreversible.
Editores
Héctor me preguntó si podía recomendar algún programa o formato y le contesté que usaba archivos txt (UTF-8, markdown FTW). Cualquier editor, desde la libreta de notas para arriba, sirve.
Millones de programadores y yo, usamos Sublime Text. Antes usábamos Text Mate o Notepad++. Pero recomendar un editor es como recomendar una religión. Es la herramienta más importante (o la única) para muchos y la gente se pone un poco delicada con el tema. Así que suelo decir que el mejor editor de texto es aquél con el que te sientas cómodo y que no te engañe ni haga cosas inexplicables.
Los archivos de texto son también los más fáciles de respaldar y explorar. No hace falta instalar ningún programa para copiar y ver qué hay dentro de un archivo de texto. La única forma de preservar datos a lo largo del tiempo es usar archivos planos que puedan ser leídos por cualquier editor, en cualquier computador en un futuro previsible.
A pesar de esto, hay dos casos en los que no uso archivos de texto:
- Mi herramienta principal para tomar notas es Evernote. Desde que uso Evernote, la ubicación de mis notas es irrelevante, porque se sincronizan (y respaldan) automáticamente entre todos mis aparatos y mis dos discos de backup.
- ¿Sabes cuando estás revisando un documento entre varias personas? Bueno, yo detesto ese enviar y reenviar de correos. También, hay casos en el que Dropbox no funciona bien (por ejemplo, si dos personas editan el texto al mismo tiempo). Así que cuando quiero colaborar en torno a un documento, uso Google Docs. Es la manera más rápida y con menos fricción, porque puedes compartir documentos hasta con gente que no tiene cuenta de Google.
Pero claro, todo el mundo sigue usando Word, religiosamente. ¿Por qué?
¿Un editor universal?
Jorge apuntó que ningún otro procesador de palabras tenía corrección ortográfica como la de Word.
@depr001 @mircoferri @hectorres Yo me sumaría con gusto a la jihad si alguien fuera capaz de igualar la autocorrección de Word
— Jorge Gómez Jiménez (@jorgeletralia) October 8, 2013
En ese momento, volví a darme cuenta de que Windows todavía no tiene un corrector universal. Todos los sistemas operativos, menos Windows, ofrecen corrección ortográfica como un servicio básico.
Sin embargo, considerando que en 2013 se vendieron más tabletas que PCs, esos días están a punto de terminar. Todos los años, millones de personas aprenden a usar computadores que tienen corrección ortográfica automática y no tienen la menor idea de que “antes” había editores con corrector y editores sin corrector. Aquellos que se convertirán en escritores, publicarán lo que escriben en la web y su idea de un procesador de palabras, será una caja de texto con algunas funciones elementales de formato.
La primera versión de este post fue escrito sin corregir ninguna palabra. Chrome/Wordpress/Quiensabequién, se encargaron de hacerlo por mi. Pienso que justamente de eso se trata. Dejar fluir a las ideas, sin interrupción, debería ser la función principal de cualquier herramienta para escribir.
Actualización: Jorge aclara que el killer feature de su Word no es la corrección ortográfica, sino la expansión de texto:
@depr001 @mircoferri @hectorres Ejemplo: no escribo "Venezuela", sino "vz". Si escribo "rpd", la autocorrección pone "República Dominicana"
— Jorge Gómez Jiménez (@jorgeletralia) November 22, 2013
Que es otra de esas cosas que existen en todos los sistemas operativos, menos en Windows.