En estos días, Hector compartió en Facebook esta noticia de El Clarín que habla sobre cómo Amazon está presionando a la editorial Hachette para bajar los precios de ebooks y aumentar las regalías a los autores.
Amazon argumenta que por un asunto de elasticidad de precio, Hachette vendería 74% más libros a $9.99 que los que vende a $14.99.
Amazon también dice que Hachette debería darle 35% a los autores en lugar de 25%. Mientras tanto, las ventas de libros de Hachette en la única librería que importa, están suspendidas.
Ninguna otra empresa en la historia ha sido tan exitosa en transformar perdidas millonarias en crecimiento astronómico y dominación global. El negocio de Amazon no es vender cosas, es penetrar mercados y aniquilar a la competencia con márgenes cercanos a cero. Hoy en día es una de las dos empresas en el mundo que deciden cuánto cuesta el arte.
Un tercio de los usuarios de Internet y miles de negocios dependen de la nube de Amazon. Cada vez que sufre un apagón, tenemos una mirada al mundo post-apocalíptico.
Así que no es de extrañar que cuando Amazon sugiere que los precios de los libros deben bajar, todo el mundo escucha.
Napster acabó con la industria de la música como la conocíamos. Apple destruyó la industria del software y lo único que se interpone entre el presente y el fin de las grandes editoriales es una hoja de cálculo.
En alguna parte de Amazon hay un Excel que dice que los ebooks deben costar $10, independientemente de los costos de producción, los salarios de la editorial o los honorarios del autor. Esta misma hoja muestra que la reputación, el goodwill de la editorial vale $0 y además casi seguramente dice que si los libros costaran $15, Amazon vendería menos y en el futuro cercano la internet dejaría de funcionar.
En la carrera hacia los libros a $0 y el shutdown final, los únicos obstáculos son los competidores de Amazon –¿qué disposición tienen para competir? ¿qué tan profundos son sus bolsillos– y los consumidores. Cada vez que bajamos un ebook sin pagar estamos dando un paso hacia adelante. Esto no es necesariamente malo. Depende de si vives de vender libros o no. Lo que veo claro es que si dependes de una sola empresa que controla toda la vertical de tu industria, obedeces o desapareces.