Qué lástima (con todo el peso de la acentuación)
pensándolo seis segundos,
resulta obvio un lego.
En todo caso,
me dijeron que la película de hoy…
espero que la hayas visto.
Quería verla, como el domingo,
pero cada día renuncio un poco a la idea
de ir solo al cine,
de llorar mientras acaricio el terciopelo.
Tu precisión para enviar correos es sorprendente.
Hoy justo hoy la boca de mi estómago
se había aflojado un tanto.
Hoy justo hoy,
algunos edificios eran buenos y punto.
Hoy justo hoy,
comenzaba a creer que había algo más
que llevar el teléfono en la mano,
pendiente de quién llama,
quién deja un mensaje.
Lo siento, puedo contener errores,
pero no mentiras, no hipérbole,
no abuso de la palabra.
Verás,
he bebido un poco y
Caracas estaba fría esta mañana.