Desde pequeño me han fascinado los pasadizos secretos. Desde los más convencionales, esos que vemos en las películas, sobre todo de terror o misterio, en los que un suiche conectado a un libro activa un mecanismo que hace rotar a la biblioteca, hasta aquellos menos populares, o de leyenda como la ruta de escape de Miraflores, el ferrocarril subterráneo o la carretera que usan los refugiados en Underground, de Kusturica.
Pero bueno uno supone que son cosas de película. Hasta que uno recuerda que sólo hace falta alguien con mucho dinero para que las fantasías secretas se hagan realidad.
Creative Home Engineering es una empresa que se encarga de ‘agregar valor a los hogares integrando pasadizos secretos automatizados y silenciosos’. Tienen todos los juguetes: la biblioteca, la chimenea, el espejo, la pared que se mueve, etc. Eso sí, a los candelabros que rotan y los libros que se halan, se les suman los dispositivos de seguridad biométrica, porque ustedes saben, los paranoicos nunca podemos estar suficientemente seguros.