Siguiendo en la nota de los juguetes digitales, otros tesistas de la USC (en este caso de Arte), han creado un compañero de ocio llamado flOw.
Comienzas el juego como un organismo multi-celular microscópico, con una boca que cumple las funciones de alimentación y locomoción. El organismo sigue al cursor del mouse y puede acelerarse presionando el botón. Siguiendo una de las reglas más elementales de la naturaleza, el organismo puede comerse a otros mas pequeños y puede ser devorado por uno más grande. El objetivo (si es que puede haber alguno) es navegar los veinte niveles de profundidad del juego devorando a unas formas de vida especiales indicadas con un punto rojo en el centro. Sospecho sin embargo que el verdadero objetivo es que disfrutemos de esta pieza de arte interactivo.
La música ambiental es excelente y la integración del título y los créditos en el juego es brillante, algo que nunca había visto antes.
¿Qué le pasa a esa gente? Debe ser algo en la comida de la cafetería.