Durante la revolución norteamericana, los partidarios de la independencia se quejaban de que las colonias debían pagar impuestos a Londres y sin embargo no tenían representación en el parlamento. Según ellos, se sentían forzados a financiar a un gobierno en el que no tenían participación. El grito de guerra -en traducción libre- era «No a la imposición sin representación»
Jum… como dicen los más reaccionarios: «lo peor del capitalismo es que sus ideas son terriblemente seductoras».
Post-post: Esto no tiene nada que ver con que hoy sea el último día para pagar impuestos y con que sienta que ese cheque que dejé en el banco -con el que se puede hacer mercado, pagar el teléfono y otras cosas más inmediatas- cae en un agujero negro. Si mil desconocidos me dieran esa cantidad de dinero, lo mínimo que haría sería contratar unas páginas en el periódico en donde se muestre hasta dónde llegó el último centavo. Lo contrario sería poco ético, un servicio mal prestado.