A estas alturas, decir una palabra sobre La Conjura de los Necios es tan atrevido como escribir sobre Catch-22, el Cazador en el Centeno, o cualquier otro de los grandes hits de la contracultura.
Mis dos centavos:
- Leer LCdlN conociendo el destino de Kennedy Toole fue la experiencia hermosatriste del año. Fue como leer y entender una aproximación a las razones del suicidio de alguien, una larga carta de despedida. LCdlN es perfecta como declaración, como último testamento, inclusive como ars vitae.
- Pasé una semana haciendo comentarios a la Ignatius Reilly. Todo se convirtió en una afrenta a la moral, la geometría y el buen gusto. Por supuesto, lo único que me separa de Reilly es que mis comentarios se desarrollaban en silencio.
Gracias a Amazon, es decir, Fortuna, por ese giro.