De este disco sale una gruesa rama de la balada pop. Lo que queda es Dylan y Lennon/McCartney. Por supuesto, creo que he tenido que estar allí, cuando el mundo era más inocente, para poder apreciarlo en su totalidad (es decir, es una obra trascendental, pero también es un producto de los tiempos). A pesar de eso y de que la mayoría de mis canciones favoritas no están en este disco, The Dangling Conversation es una joya de poema, desde el título, ‘la conversación colgante’. Todo el mundo se detiene en Scarborough Fair, pero creo que nada sobrepasa a esta segunda estrofa:
And you read your Emily Dickinson,
And I my Robert Frost,
And we note our place with bookmarkers
That measure what we’ve lost.
Like a poem poorly written
We are verses out of rhythm,
Couplets out of rhyme,
In syncopated time
And the dangled conversation
And the superficial sighs,
Are the borders of our alliance.
Esa imagen de los marcalibros que miden lo que han perdido es una maravilla y quien no sepa que las conversaciones colgadas y los suspiros superficiales marcan los bordes de una alianza, nunca ha sido partícipe de una relación.