Alcé la vista, la miré. Una muchacha gorda salió en ese momento del baño. Dejó la puerta abierta. Las cerámicas eran verdes. Como tu vestido en mi imaginación. Como cuando preparas café en la cocina. Como cuando tienes la nuca desordenada. Como cuando te muerdo.
Domingos de ficción: Una Historia Mexicana, de Alberto Barrera Tyszka