En el ferry a Margarita se congrega toda la gente jodida. Pichirres o fértiles que no pueden/quieren pagar pasajes de avión, nuevos ricos que todavía sacan cuentas, familias con déficit de atención, obreros desfigurados, niñas con problemas motrices, políticos, abogados, médicos, ingenieros camino al sumidero, fracasados que no pudieron emigrar. Perdedores que no quisimos emigrar. En el ferry a Margarita viajamos los que quedamos atrapados, los prisioneros de Venezuela y esta nave, en lenta descomposición, es una metáfora más que elocuente.