My Generation es no sólo la canción más famosa de The Who, sino el más crudo himno de rebelión jamás grabado.
Por la edad que tenía Peter Townshend al escribirla y el resto de la banda al interpretarla, My Generation es necesariamente una obra de arte accidental. Sin embargo, uno no puede dejar de maravillarse ante el genial contrapunto que deja claro que hay un «nosotros vs. ellos», los dos cambios de tono que llevan la tensión a niveles casi intolerables para 1965, el tartamudeo furioso de Daltrey en «f-f-f-fade away», articulación perfecta del efecto de las drogas y la frustración juvenil, Moon ejecutando su posteriormente clásico repique de molino de viento y, por si fuera poco, el primer solo de bajo y el primer solo de guitarra con feedback en la historia del rock.
Todo esto en 3:19.
Por la forma como es ejecutada y su honesto rechazo a las figuras de autoridad, My Generation es también el primer tema punk de la historia. Sin My Generation quizás no hubiésemos tenido The Stooges, y en consecuencia, tampoco Sex Pistols.
Ni a Townshend, ni a Daltrey ni a Entwistle le concedieron ese «hope I die before I get old» y como todas las generaciones anteriores, la suya construyó un andamiaje decrépito. Eso puede enmascarar los hechos:
Al igual que sucedió con los Beatles, de 1965 a 1971, The Who evolucionó de este grito a la épica Won’t Get Fooled Again (pasando por Tommy, nada más y nada menos). Esa vertiginosa sofisticación es una evidencia irrefutable de la calidad –las ganas o el hambre– que tuvieron los artistas que ayudaron a forjar el Swinging London. Ese veinteañero que escribió My Generation puede haberse transformado en un viejo sin aristas filosas pero, afortunadamente, su grito, su brillante instrumento para el cambio, quedó eternizado para quienes en algún momento lo necesitamos.
My Generation (download)