Estas notas fueron escritas saliendo del cine / cerrando una ventana / apagando la tele, justo después de haber visto algo para compartir y antes de contaminarme con las reseñas. Están aderezadas con links que he ido consiguiendo por allí.
Enero
He ido al cine con Otto a ver los episodios V, VI, I, II y VIII.
Hace un año, durante una parrilla en las antípodas, en una ciudad que fue nuestra, pero en la que ya ninguno de los dos vive, hablamos sobre lo imposible que sería encontrarnos alguna vez en España, con nuestras familias a salvo.
La primera semana de enero, hicimos una pausa en nuestras vacaciones familiares para encontrarnos en Bilbao, a medio camino entre dos ciudades que ahora consideramos un poco nuestras, para ver Rogue One, emocionados como el par de niños que seguimos siendo.
Rogue One son 3 pelis: artes marciales, batallas espaciales y Saving Private Ryan. Se le nota el Frankenstein y el soundtrack no termina de pegar. Sin embargo, el final es muy satisfactorio, un subidón producto de un cambio de ritmo luego de una historia tan deprimente. La energía de los últimos 5 minutos logran lo que no pudieron las tres precuelas: crear un emocionante preludio al episodio IV. Es la primera película de la saga que se toma en serio eso de la guerra.
Gareth Edwards, el director de Rogue One cuenta la historia detrás de la secuencia final. Una secuencia deliberada, pensada y rodada meses después de haber terminado la película. Esto explica porqué tiene un ritmo completamente distinto.
https://www.wired.com/2017/03/rogue-one-vader-scene/?mbid=social_fb