Un vídeo-ensayo sobre Claude Shannon («el desconocido más importante») y la teoría de la información.
Mi 2014 en música – 1 de 2
Estos posts anuales de música se están poniendo gigantes, así que en 2014 decidí separarlo en dos. Lee la segunda parte de este post aquí.
Enero
Terminamos el 1˚ de Enero viendo un especial sobre Claude François. El vídeo más divertido es el de C’est la Même Chanson, pero este en el que canta con The Supremes es una joya:
Of Montreal, Wintered Debts, del Paralytic Stalks:
I’m so confused, what is the function of this ego sickness?
Uselessly beleaguered by self-hatred whisperings,
Man I can’t deal with mourning at the carcass
Of my failures any longer
Crystal Castles, Robert Smith, Not In Love
Descubrí Bedroom Cassette Masters, electrónica grabada en casa entre 1980 y 1989… o grabada en casa para evocar esa época.
En este post Virginia Ingram cuenta como algunas canciones quedaron atadas para siempre con un momento en el cine.
Melaza y Orquesta El Macabeo, salvadores de la salsa y el son.
Macklemore sigue en el autobús de su éxito forjado a pulso.
Nasser, de Marseille:
Enio es un grande, este poema es maravilloso. Así exactamente lo recuerdo. Así es una conversación con él.
Mónica y yo fuimos a Milán y mi canción favorita de nuestro soundtrack fue Avenida, de Presidente. Es el segundo año consecutivo en el que pongo una canción de Presidente en una de estas listas. Algo diferente pasa en Maracaibo. El disco anterior era bueno, pero Chuca Chuca es otro nivel. Uno de los mejores discos latinos que he escuchado en los últimos años.
James Vicent McMorrow nos acompañó mientras cruzábamos interminables campos nevados.
De Bruces
En un hermoso gesto de editor, Héctor me pidió hace días uno de aquellos cuentos que escribí cuando escribía. Luego de 10, 15 años sigo pensando que Caracas sólo puede seguir existiendo por la naturaleza fantástica de sus habitantes. Unos viven en edificios multiversos, otros hacen mercado, todos se lanzan al vacío.
Por esas cosas que uno decide hacer en el momento en el que va a pelar bolas, abrí los brazos y giré para darle la cara a la calle. Me quedé en el aire un momento y justo después sentí la brisa en la cara; un vacío en el estómago casi me hizo gritar, pero había prometido no hacerlo las mil veces que pensé en suicidarme durante ese mes
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