Apenas son las siete y el calor es insoportable. En Jugoso, un monstruo de doscientos kilos pide un Cerelac con Equal. Yo voy por naranja-zanahoria-lechosa, no, cambur, no, fresa-parchita, no, mandarina y dos empanadas de ricotta con maíz, integrales, horneadas. Las empanadas, aún así, ‘dietéticas’, por un asunto regionalista son sendas bombas calóricas. El centro […]